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YO, ELLOS O SIMPLEMENTE NADA, Entrevista a Victor Toty Cáceres

YO, ELLOS O SIMPLEMENTE NADA

21 de julio de 2014 a la(s) 12:56
El Nachträglichkeit de la fotografía (1)



 CAPITULO I: EL FOTOMANIPULADOR

¿Por qué vos?

No lo sé, mis afirmaciones dependen siempre del ámbito y del momento (tiempo y espacio, no hay más). Habrás escuchado esa bíblica sentencia “a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”. Si nos cruzamos en un bar probablemente te responda que no me esmero, que todo está escrito, que nos define una gramática impensable o que pensar no es una herramienta para el cambio, que pensar es sólo un espejismo mientras va ocurriendo lo inevitable. Por momentos tengo la sensación que haga lo que haga voy siempre directo; que hubo “decires” que me pre-moldearon y que irremediablemente seré ese que se dijo que sería (o que no podré (no debo) ser ese que digo quiero ser).

Pero al César le diría otra cosa, le diría que cierto día descubrí que podía hacer un saldo con todas aquellas cosas que me habían ocurrido, que era el momento de abandonar ese papel de “efecto efectivo” que conducía mi vida insistentemente hacia lugares comunes y repetitivos, que por lo general eran bastante incómodos y dolorosos.  Como si repentinamente me absorbiera esa delirante sensación de libertad y responsabilidad, un día descubrí que mis fantasmas estaban viejos y obesos, flácidos, moribundos, tenues… No tenía más razones para alimentarlos, salvo la cobardía, pues sus cuerpos ya no procesaban tan nutritivamente los argumentos. Cuando los fantasmas envejecen la vida se abre con posibilidades.

Al final, entre todas estas contradicciones, cuando me pongo honesto, sostengo que algunos sentidos matan (el cuerpo o la cabeza), pero la muerte libera (el cuerpo o la cabeza), como decía Borges: acaso la muerte “nos desate de la triste costumbre de ser alguien y del peso del universo”.




¿Por qué la fotografía?

La fotografía siempre fue una excusa para dedicarme a otra cosa. Toda mi vida quise ser ilustrador, pero no pude. No hice el esfuerzo, no lo sabía del todo, o lo sabía pero me ganó la pereza.

Solía dibujar caricaturas y electrodomésticos, pero lo mío en ese terreno siempre fue muy elemental. Por eso me incliné a la literatura, a la composición de dibujos a través de las palabras. Pero luego mis escritos resultaron un terreno propicio para que los ilustraran artistas como Sebastian Carignano, Gabriela Aiziczon, Carina Cervigni, el gran Luiso… entre otros. Lo cierto es que hasta la fecha ninguno de mis libros ha podido justificarse sin un metalenguaje de ilustración, lo que demuestra a las claras que las plumas aún no vencieron a los pinceles, al menos en mis fantasías y búsquedas estéticas.

Tuve épocas de admiración por Giger, Chichoni, Luis Royo, Yerka… supongo que en el abismo y la distancia he recibido algún tipo de estímulo.

Por fortuna, un día descubrí que la fotografía podía ser el oficio capaz de brindarme una base gráfica precisa como para animarme a dibujar. Se trataba, al fin de cuentas, de contornos que debía rellenar con mis fantasías de elementos, colores y texturas (como libritos infantiles para pintar).

En este campo que exige de la prueba y el error, mi encanto por el trabajo de “fotomanipulación” de Francesco Sambo fue definitivo. A esto se sumó mi vocación por el retrato, por el claroscuro de Caravaggio; mi fascinación por Goya, Velazquez, Brueghel... Por la fotografía de Lee Jeffries y por esos mundos marginales en los que yo también he sido alguien.

¿Pero la fotografía? La fotografía no sé… la fotografía es otra cosa.

CONTINUARÁ...


  

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Notas: 

(1) Nachträglichkeit Es un termino utilizado por Freud (entre otros) para dar cuenta de cierto modo de experiencia sobre la temporalidad. Se trata de cosas vistas u oídas pero sólo comprendidas (y-o resignificadas) con posterioridad. Un ejemplo sencillo y extremadamente esquemático: un niño de 5 años, durante las noches, se pasa frecuentemente a la cama de sus padres. Algunas veces el niño encuentra que la puerta está cerrada con llaves. Unos años después, siendo el niño un adolescente, ingresa a su dormitorio con una señorita, cuando cierra la puerta con llaves, comprende.

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Entrevista a Víctor Toty Cáceres
En el marco del lanzamiento de su Fotolibro de Lectura
Por Nicolás Scagliola


Fotografías: Manuel Bomheker

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