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¿QUIEN VIVE AHÍ?

¿QUIEN VIVE AHÍ?

Se conocen teorías sobre lo familiar, sobre la familia o sobre los vínculos. Las hay desde las ciencias, desde la religión, etc. Por mi parte, sostengo que tal vez hay solo dos tipos de teorías sobre lo familiar: las de los otros y las propias. Cada ser en el mundo tiene al menos una de las segundas. La mía es que lo familiar es un lugar dentro otro lugar, en particular, dentro de la intimidad del sujeto de espíritu teorizante. No desconozco algunas de las primeras, que han cobrado cierto reconocimiento. En estas segundas los seres queridos no son, estrictamente, "ellos" sino que cada uno de ellos cumple un papel, un rol, dentro de una especie de espacio-tiempo paralelos al de la supuesta realidad circundante. Se trate acaso de una topología de lo intimo, de un frágil sistema de representación, poco importa, sin embargo, o pese a ello, esta condición no implica menos rigurosidad. Aquí, cada deudo, cada ser que importa, es un ser existente que ocupa un lugar dentro de ese otro lugar, como si fueran piezas dentro de un museo multiforme y fuera del tiempo en donde todas rondan e interactúan unas con otras. Usualmente me ocurre que estas piezas permanecen inamovibles en sus lugares durante largos periodos (largos para mi, no sé si para ellas), a veces se fusionan entre si, pueden dividirse en otras. Todo parece ocurrir a espaldas del teórico, o se comunican con tímidas señales. Hay que aceptar que el gobierno que admiten es de ese lugar y no de este. También cambian de lugar, secretamente, como si fueran estatuillas vivas, que están ahí, donde no se sabe, o donde se sabe sin saber. Si se presta atención, en las madrugadas desveladas, pueden tener verdadero humor, ahí despliegan su sensibilidad, su astucia y pueden revelar palabras inmortales que atesoran. Personajes, figuras, reflejos, lineas en fuga con cosas difusas andan, andan ellos con lo suyo, sin que falte ninguno. Tal vez se pueda vivir ahí mucho tiempo. Sin embargo, hay la muerte. Es probable que el sujeto de espíritu teórizante se vea obligado a redefinir el lugar de lo familiar ante la muerte. La muerte es tan malditamente real. Algunos hablan de un hueco, un hueco negro de tamaño variable en el museo multiforme. Lo confuso del dolor se vuelve luego consistente, dolor consistente, hueco consistente por donde todo se va. Las estatuillas vivas, angustiadas, se asoman al pozo de la muerte a ver lo que pasó. Se abrazan, lloran. ¡¡ Es que una se ha perdido !! Algunas muertes, lo derriban todo. Todo ahora es ruina. Cuando es así, no se puede vivir ahí mucho tiempo. Ahora bien, si hay la historia, si es que acaso existe la historia, está claro que todo no puede terminar ahí. He aprendido a sostener que al principio fue El jardín de la niñez, en el mejor de los casos. Allí todos habitaban y yo era el Rey de ese lugar. Todos eran como yo los imaginaba. El fresco césped y su olor eran amor y libertad. Todo creció, con independencia del destino. Luego fue el museo multiforme en cuyas paredes y espacios habitaron hermosas obras durante años y años, bellas esculturas vivas de diferentes tamaños, pasillos por donde paseaba confiado. Tras el derrumbe nada fue igual. Como si con la muerte y el derrumbe, hubiera podido ver que ha crecido aquel césped originario e imaginario de ese jardín. ¡¡ Son ligustros, que bellos !! Entonces aquel jardín de la niñez se ha transformado ahora en un laberinto por cuyos senderos hoy transita un hombre que camina solo mientras encuentra los pedazos  multiformes de su historia. Juega al encastre, horas y horas, día tras otro. Camina. Esta claro que tampoco se puede vivir mucho tiempo ahí y que tampoco puede quedar todo ahí. El museo multiforme, existe. El Jardín de la niñez, también. Es este laberinto ahora que los incluye a ambos. Solo queda ese saber, que es dolor, de que algunas muertes invitan a recorrer ciertos trayectos inversos. Cuando se trata de laberintos, Borges mediante, es el lenguaje la trampa que no es trampa, su puerta de salida y de entrada, la contraseña olvidada, la línea en el agua. ¿Qué es ser ahí en esa inmensidad? Sospecho que algo vive ahí.

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