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"La tristeza ancestral" (breve relato)


Hubo un hombre, en las verdosas comarcas misioneras, que habiendo sido adiestrado para doblarse el lomo en un yerbatal, se le fue impuesta la inefable tarea de sembrar el pasado. Su piel roída de sol se ajustaba sólo en apariencia a la traza de un varón bruto, un animal. Sin embargo, ello no le había impedido este designio.
Este hombre era el hijo menor de Gaspar Guir y una criada. Su padre, era un sujeto para nada memorable. Victorio, su abuelo y verdadero dueño de la pequeña parcela donde se ese destino parecía haberse anclado, y donde además se había desarrollado toda una prole de mensúes y tareferos, había muerto en la guerra contra el Paraguay, en noviembre  de 1864, durante la invasión brasileña. Gaspar fue expulsado de su propia tierra hacia fines de 1890. Y allí, en la frontera con Brasil, creció Daniel, este hombre, quien había aprendido el idioma de los guaraníes, ahí, al tiempo que a sumar, restar, escribir y a sufrir junto a un cura jesuita. 
Un patroncito, apenas dos o tres anos mayor que él le había propinado una vuelta, la predestinación... Diciéndole además "negro, tu lugar esta acá", y se cerró así el círculo de su infancia y tal vez de su juventud. Murió en 1944, de una afección pulmonar agravada por el chagas. Pero no encontraron jamás su cuerpo. Y hoy en ese pueblo nadie lo recuerda, ni siquiera lo han olvidado porque para ellos, que no son para nada ingratos, Daniel Guir nunca existió.

(El autor de estas tristes lineas lo hace desde una olivetti que le lego su padre, mientras se toma unos amargos)

El Urú"
autor: Rubén Darío Torales
(Óleo sobre tela) *


* Recuperado de http://arte-torales.blogspot.com/2012/07/oleo-sobre-la-yerba-mate-el-mate-ano.html 20/09/20

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