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Solo hay conflicto si hay desigualdad

Si me pongo a pensar en términos lógicos, pero a la vez en términos experienciales, tendría que pensar en algo así como una lógica testimonial, cosa que reconozco como ciertamente salvaje. Debo pensar en una serie o en una secuencia de elementos cuya concatenación guardaría algún sentido, o alguna lógica, mejor dicho, entre cada uno de los elementos que la componen. Pues bien, haré el intento. En principio, digo que la injusticia, no la justicia sino la "injusticia" no está destinada a los pobres sino a los débiles. Primer postulado base del cual partimos. Lo defiendo entonces: Los pobres gozan de justicia, porque no son débiles, son fuertes, o pueden ser fuertes. Ahí bueno, tendría que definir los términos, pero supongamos que los conocemos, que sabemos de lo que hablamos. Solo digamos que confundir a los pobres con los débiles, de acuerdo a esta lógica, sería un error. Los débiles no son los autodegradados (mal llamados "vulnerables") -aquí aparece otro término- sino que los débiles son aquellos que han sido eternamente degradados y humillados "por otros" -he ahí la definición-, que son fuertes (y a la vez pueden ser o no pobres), -esto exigiría un gráfico pero confomémonos con tenerlo en mente. Son aquellos que otros que los juzgan de menor poder, condición o indefensos (son los bien llamados "vulnerados") -vuelve a haber ahí una definición. Los débiles son los "vulnerados" -aquí hay una equiparación de términos. Así las cosas, siguiendo esta lógica, se puede decir al menos tres cosas. En primer lugar, los débiles siempre tendrán injusticia con lo cual se configura la primer gran injusticia, la más grande y la más permanente que hay en esta tierra y en este mundo. En segundo lugar, los fuertes (en términos lógicos, pueden ser ricos o pobres, poco importa) nunca serán juzgados ni precisarán de justicia, justamente, porque son fuertes; ellos "son", de un modo u otro, la justicia. Esta sería la segunda gran injusticia en esta tierra y en este mundo. La tercera gran injusticia más grande en este mundo -prescindamos de otros mundos, por ahora, y no si esta lógica lo permitiría- es que no hay, ni puede haber, una justicia que se juzgue a si misma. Todo ello para decir esto, a modo de conclusión o como se llame: las fuerzas siempre se unen, no hay polos opuestos, solo son fuerzas que se adicionan unas sobre otras, sean de los bandos que sean. la fuerza solo busca fuerza. Solo hay conflicto si hay una desigualdad, es decir, un oprimido. De este modo, solo en la desigualdad -o, en términos de San Pablo, solo en el pecado- puede haber justicia (e injusticia) y por ende, Ley.

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