Ir al contenido principal

Supiot o la diferencia entre pensar y calcular

En la página 13 del Prólogo del libro de Alain Supiot que se llama "Homo Juridicus. Ensayo sobre la función antropológica del derecho", (que escribe él mismo) dice: "calcular no es pensar.  Y la racionalización del cálculo que trajo el capitalismo deviene delirante cuando conduce a considerar lo incalculable como nada. La capacidad de cálculo es a las claras un atributo esencial de la razón, pero no conforma la totalidad de la razón". Aquí Supiot nos remite a un pie de página en donde se va a referir a la razón, tratando de esgrimir un concepto que se ajuste a lo que intenta fundamentar, a saber, que calcular no es pensar. Dice la cita: "Razón, proviene del latín ratio, que surgió del verbo ´rear´ ("contar", "calcular") y en latín designó en principio la cuenta, antes de designar el juicio, la doctrina, y por último, la razón determinante (cita ahí unos autores, etc); en el francés actual, ´ratio´ conservó además ese sentido (de relación numérica)". Ahora bien. Si pensar no es calcular sino más bien que más bien pensar incluye "calcular", ¿cómo se piensa aquello que queda fuera del cálculo?, o menor dicho, ¿Es pensable aquello que queda fuera del cálculo? En el capitalismo, todo es sometido al cálculo, sobran los ejemplos. Si el sujeto del capitalismo esta sometido también al "cálculo", entendiendo por esto algo medible, estudiable, agrupable dentro de una categoría, de nuevo ¿qué ocurre con lo que queda fuera del cálculo? Para ponerlo blanco sobre negro, si lo que queda fuera del cálculo, no es pensable (porque pensar es también calcular) el sujeto del psicoanálisis, que no es calculable, tampoco es pensable, justamente quedar fuera del cálculo. La trampa de Supiot, o mejor dicho, la trampa en la que el bueno de Supiot nos hace caer es aquello que no dice, a saber, que calcular, para él, es también un poco pensar. Lo fuera del cálculo, ¿por quién ha sido pensado? ¿Quien piensa en eso? Porque no hay cosa más incómoda que pensar en lo que no tiene forma de ser calculado. Es la razón, el concepto de razón en donde el bueno de Supiot queda anclado, Al parecer muy a gusto, porque de ese modo resuelve lo que quiere decir. O sea, Supiot opera "según él", por así decir, y si lo que va encontrando no concuerda con lo que él piensa, pues lo desestima con un diccionario de latín. Me da a pensar que eso sería como una especie de idealismo ilusorio, o un falso humanismo. Queda ahí planteado entonces un interrogante


Comentarios